El
problema de la educación nicaragüense sigue siendo la deserción escolar, y el
transfuguismo escolar, que muchos cursantes cometen errores y averías de índole
académica, eso es cierto pero el Ministerio de Educación todavía no posee las
pautas de evasión estudiantil.
En la
actualidad no se ha realizado todavía un censo a favor de la educación y
la formación técnica, a pesar de que el Gobierno Central se ocupa de atender
prioritariamente los focos de educación técnica a través del INATEC.
En países
como Republica Dominicana mantienen una cuota activa de responsabilidad con los
estudiantes que efectúan dos veces al año una serie cuasi amistosa denominada
Pruebas Nacionales.
La
mediocridad y la torpeza institucional están a la vista, sin duda no se puede
negar, el alto espectro de subdesarrollo en las aulas de clases y direcciones
escolares.
Hay
individuos que se dedican a resaltar los fraudes académicos, para poder
saciarse en sus ambiciones de superación personal.
La educación
no ha podido ser desarrollada a gran escala en Nicaragua, tanto por las fallas
logísticas y la falta de recursos y voluntad en la administración escolar.
Es por
tanto que hoy mas que nunca es urgente que se conforme un grupo consultivo
proeducacional capaz de sistematizar las redes neutralizadoras para una
educación integral.
Todavía
no contamos con una ruta alimentadora de la educación de calidad, es decir
porque se desconocen los términos y condiciones para tal efecto, lo importante
es incoar sobre un régimen educativa dinámico, donde converja la tipificación
de la educación en su sentido lato,
orientando
una metodología efectiva, y se reconozcan los modelos y paradigmas,
aprovechando los diferentes módulos educativos Educación inicial, primaria,
secundaria, especial y para adultos.
El
ejemplo del voluntariado de los hermanos jesuitas que trabajan en pro de la
formación de muchos jóvenes empieza a florecer, a pesar de que se podía
considerar como un imposible o posibilidad no viable frente a los derroteros de
la secularización.
Hoy más
que nunca, la Orientación Vocacional surge como modelo de enfrentamiento
social, para facilitar la asimilación de los estándares de calidad dispuestos.
Convidamos
a nuestros amigos lectores, que puedan reflexionar sobre este problema latente
en el marco de la percepción de nuestra educación, si se toma en cuenta el
empoderamiento, y el poder de decisión en esta crisis de valores.
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