Un teatro no se puede llamar Rubén Darío, ni una universidad, aún menos un municipio, porque el poeta sobrepasa sin duda estos límites objetuales. Toda la nación debe llamarse República Rubendariana de Nicaragua, no hay que cambiar su nombre original, hay que hacer lo mismo que hizo el presidente Hugo Chávez con su Venezuela.Lo que hizo Darío fue dar a conocer a su país en el universo. Alguien que lea un poema de Darío notara fácilmente el lenguaje nacional, es decir que no fue una casualidad el haber nacido e Nicaragua. Los nicaragüenses debemos ser celosos con nuestro poeta, muchos lo adoran y se apropian con facilidad de êl, porque saben que Nicaragua es un país muy pobre, cuando ellos hablan de pobreza se tropiezan, porque no se han expresado justamente, pues Nicaragua es un país rico pero mal administrado, es así que se debe hablar fundamentalmente. Por ejemplo Francia lo admiró mucho porque habló el francês muy bien y la retrató en AZUL con gran intuición, pero no nos vayamos tan lejos, Colombia se ha creído ser la propietaria del poeta, a tal punto que los infantes creen que el poeta nica es un colombiano como ellos, es verdaderaemente ironizante, Colombia le hizo un ofrecimiento de ser su embajador plenipotenciario. Eso en términos axio-patológicos se llama Cleptomanía y tiene la capacidad de airar a cualquier país. Lo que no puede hacer un héroe como Sandino lo hace un poeta, nuestro héroe nació en 1895 y Dario mucho antes en 1967, es decir que la pauta la ha marcado la poesía, la defensa de la patria esta presente en casi todos los países del planeta, pero un poeta verdadero como Darío solo se ha encontrado en Nicaragua, fijense que es después de Rubén Darío que todo el mundo empezó a tomar en cuenta a Nicaragua, fue el quiên inauguró las relaciones internacionales nicaraguense con una admirable propuesta de negociación que es la poesía. Les pido a todos que nos encendamos para honrar la figura del Príncipe de las Letras Castellanas para que nadie opte por la usurpación de nuestros grandes valores patrios.
El autor es coordinador del Taller Literario RUBEN DARIO
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